…El caso es que hace poco estaba en la sala de espera de un hospital, acompañando a un familiar a realizarse un chequeo (nada serio; os tranquilizo)… Estando allí llegó un matrimonio muy mayor cogido del brazo… Frágiles….muy frágiles!!!
El caso es que la prueba medica se la iban a hacer a él. Cuando salió la enfermera para avisar al paciente, su anciana esposa pidió que la dejaran acompañar a su marido durante la prueba, y la respuesta fue no!!
Ella insistió sin ningún éxito y viendo la situación… dignamente se sentó, sacó su bolsa de hacer ganchillo y hablando en voz alta para sí misma exclamo: ¡no pasa nada!… En menos de cinco minutos saldréis a buscarme… Efectivamente.. A los pocos minutos la enfermera salió explicando que su esposo necesitaba imperiosamente que lo acompañase… No se que me pudo más…. ver la cara contrariada de la enfermera, la cara de ternura que se reflejaba en los rostros de los que allí estábamos.. o la velocidad con que aquella mujer soltó su ganchillo, su bolso y su «todo» en busca de su esposo…. es esa manera de «conocerse hasta el infinito» la que más asombrada me dejó..
Frágiles .. y sin embargo tan fuertes!!

Precisamente por lo rara que es la vida hoy en día, me parece importante lo que os voy a contar… no se si llamarlo ternura, compasión… o amor en el más puro sentido….
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